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lunes, 8 de octubre de 2012

Jaguar F-Type 2014


“Para realmente sentir el diseño de un automóvil, debes verlo en movimiento”, dijo Ian Callum. Y él debería saberlo, al ser uno de los diseñadores más reconocidos del mundo y el hombre detrás de la creación del magnífico roadster que Jaguar presentó recientemente en el salón mundial del automóvil en París. Con esas palabras, en la oscuridad del salón, cobraron vida no uno, sino dos autos, uno rojo y uno plomo, con una hermosa música emergiendo de sus escapes dobles.


Resaltan primero las luces LED que dibujan las siluetas de los conjuntos de luces adelante y atrás, pero cuando el auto se pone en las candilejas un rostro familiar comienza a formarse: un semióvalo flanqueado por cuatro branquias que engullen el fresco aire nocturno. Con el techo de lona retraído, el roadster gira hacia un lado y se hace visible un efecto de avión de combate, con todo y manijas ocultas dentro de la carrocería, y con líneas muy claramente definidas, incluso levemente angulares. Mientras el auto retorna a la luz de las candilejas, sus agresivas ancas y su angulado cuatro trasero emergen. El conductor pisa el pedal y el V6 supercargado muerde y gruñe mientras el 
totalmente nuevo deportivo se va rugiendo. El Jaguar F-Type 2014 finalmente vio la luz, y con él, probablemente una gran parte del futuro de la histórica marca británica.

No se preocupe el lector si tiene una sensación de déjà vu. Más allá de las obvias diferencias entre un cupé y un convertible, el tipo F es muy similar al concepto C-X16 que mostramos en Esteban On Cars cuando al Autoshow de Frankfurt. Y también, por su perta, el espectro del famosísimo tipo E de los años 60 flota sobre el nuevo roadster, sin que por ello el F-Type sea un auto retro, o ni siquiera nostálgico: más parece un heredero del trono, con un aire indudablemente familiar pero a la vez muy diferente al difunto rey. El mismísimo Callum lo define como “la sensación de un clásico deportivo pero construido de una manera moderna”.

Los guiños al E-Type están presentes, sin duda, pero son sutiles: una parte de la máscara frontal, la manera como la línea del hombre desciende en la parte trasera, los enormes respiradores en el capó o el remate de los escapes. Pero a la vez este auto es incuestionablemente vanguardista, con absoluta individualidad y con una clara misión de abrir paso a Jaguar para al menos los próximos 10 años. “ No estamos adorando las cenizas del pasado” aclara el director global de marca de Jaguar, Adrian Hallmark. "Estamos reavivando el fuego de los deportivos".

El F-Type era un auto que Jaguar estaba obligado a construir, un auto que sus ejecutivos consideran esencial para el ADN de la marca. Se notaba claramente en la presentación la emoción del máximo ejecutivo de Jaguar Land Rover, Ralf Speth, luminoso como un árbol de navidad cuando explicaba los méritos de la versión V8 S de galopantes 495 caballos de fuerza – “¡Éste es el que debes comprar!” – se trata de un poderoso mensaje de marca, más que de un futuro éxito de ventas.

Si la imagen de marca es esencial, el cumplir lo que la imagen promete también es de importancia capital. Para ello, el tipo F deberá competir con algunos de los modelos más tradicionales en el mundo de los deportivos, a saber el Porsche 911. Los 44,7 centímetros de largo del F están a dos cm de diferencia del nuevo 991 911 S Cabriolet, pero su distancia entre ejes de 26,21 cm es casi 18 centímetros más larga. También tiene mejor balance, con una distribución de peso perfecta de 50:50, a diferencia del S Cabriolet más reciente que tiene un muy pesado trasero, con una relación de 38:62. Jaguar está apostando muy fuerte a ganarse los corazones de los entusiastas, a la vez que intenta mantener relativamente accesible el conducir un muy refinado roadster. "Es a la vez potente y agraciado al manejarlo" declaraba Hallmark. Por ahora, nos tendremos que conformar con tomarle la palabra.

Para ayudar a cumplir su elevada promesa, el F-Type despliega dos de las tecnologías características de Jaguar, el cuerpo de aluminio y el motor supercargado, con grandes resultados. Respecto a la carrocería, Jaguar utiliza lo último en aleaciones ligeras para desarrollar la arquitectura del deportivo. Su capó tipo ostra se ha modelado de una sola pieza. Nuevas técnicas de moldeado permiten a los diseñadores utilizar las líneas de carácter que diseñaron en el papel. Y la suspensión de doble horquilla utilizada adelante y atrás hecha de aluminio permitió el balance perfecto del peso. En su versión más ligera, el F alcanza a penas los 1610 kilogramos de peso, no tan liviano como el 911, que pesa 30 kilos menos, pero bastante cerca.

Jaguar declaró que prefiere supercargar los motores que ponerles turbo, pues el supercargado permite alcanzar la potencia máxima a más bajas revoluciones, y por ello el tipo F se ofrecerá con tres motores supercargados a elegir. Dos de ellos son versiones del nuevo motor V6 de 3,0 litros, afinados a dos potencias diferentes – el modelo de base con 340 caballos y un tiempo estimado de aceleración de 0 a 100 kph de 5,1 segundos, o el modelo S con motor de 380 HP y un tiempo de aceleración de cero a cien de solo 4,8 segundos – o el previamente mencionado motor V8 de 
5,0 litros y 495 caballos de fuerza, que reduce el tiempo de aceleración a velocísimos 4,2 segundos, distinguible por la cenefa trasera con escapes dobles en cada esquina. Para continuar nuestra anterior comparación, el 911 S Cabriolet alcanza los 100 kilómetros por hora en 3,8 segundos.

Los tres motores se acoplarán a la transmisión automática secuencial ZF de ocho velocidades que Jaguar ha apodado muy inteligentemente como “Quickshift”. De momento, no se ofrecerán transmisiones manuales ni de doble embrague, pero la marca jura que los cambios se harán tan rápido y tan cerca a la línea roja cuando el F esté en modo Dynamic que no se notará la diferencia.

Tener mucha potencia disponible es importante, pero Jaguar sabe muy bien que no lo es todo. Para asegurar una dinámica de manejo acorde con la reputación que busca, se le ha pedido al piloto de pruebas estrella Mike Cross que pruebe el tipo F hasta que se le salgan las llantas a fin de ir afinando las respuestas de la dirección, frenos, suspensión, tracción y balance. Como efecto entre otras cosas Jaguar incluyó en su nuevo modelo bondades como un diferencial de deslizamiento limitado, mecánico para la versión V6 S y electrónico para el V8. Las dos variantes 
superiores se equipan también con amortiguación Jaguar Adaptive Dynamics, que se adaptó para optimizar las tasas de bamboleo, inclinación y cabeceo. Su alerón trasero desplegable se levanta automáticamente al sobrepasar los 100 kilómetros por hora para mantener la estabilidad a altas velocidades – se dice que el V8 S podrá llegar a los 300 kilómetros por hora. Otras bondades incluyen sistema de control de arranque y un juego de frenos de disco de muy serio tamaño – 15 pulgadas adelante y 14,8 pulgadas atrás para el V8 S, los más grandes jamás instalados en un Jag.

Al interior de la nave, todo se concentra en el piloto. Al entrar al auto, lo primero que uno nota es la gran manija que separa al pasajero del resto de la cabina. Toda la experiencia, emulando la cabina de mando de un jet caza, envuelve al piloto, y los asientos son ajustados, reforzados y totalmente ajustables. Jaguar hizo un esfuerzo consciente por mantener los controles simples y accesibles para que la concentración del conductor esté enfocada donde debe: el camino. Todos los acabados se ven y sienten muy finos, incluso los apliques de cromo y aluminio. Una característica llamativa son las ventilas de la consola central, que se izan del tablero cuando se las necesita. Pero cuando se trata de sentir el aire en el rostro, nada como bajar el techo de lona Thinsulate, operación que toma apenas 12 segundos y puede realizarse con el auto en marcha hasta los 50 kilómetros por hora.

Otros toques interesantes en el interior incluyen un timón de fondo plano que viene con el paquete opcional Performance, un tacómetro que resalta sobre los otros medidores para poner de relieve el aspecto deportivo del F, un contador de vueltas para la pista, un medidor de fuerzas G y dos sistemas de sonido Meridian a elegir. Se extraña sin embargo la caja de cambios con dial que emerge del tablero, como en otros modelos de la marca, y el uso en su lugar de una palanca extrañamente idéntica a la que utiliza otro de sus competidores, el BMW Z4.

Luego del debut mundial del F-Type en París, se irá enviando a las distribuidoras en Europa y poco después en Estados Unidos hacia el verano boreal el próximo año. Es probable que en Latinoamérica se distribuya donde hay presencia de la marca a partir de diciembre 2013 o enero 2014 solamente. En el futuro cercano, no habrá de sorprender que emerjan versiones cupé o aún más potentes (¿F-Type R o incluso RS? Es posible). Los precios aún no se han anunciado, pero se estima un precio base de $69.000 para Estados Unidos, esto es unos $116.250 en nuestro país.

Esteban

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