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lunes, 29 de noviembre de 2010

Gran Turismo 5: Cerca de la perfección ¿o no?

Nosotros los simples mortales tenemos muy rara vez la ocasión de ver de cerca – mucho menos manejar –un súper auto de esos cuya etiqueta de precio tiene seis cifras. Coleccionar autos, sean clásicos o nuevos, sólo ocurre en nuestros sueños más recónditos, y por supuesto tener la libertad de volar a 230 kph en una pista preparada sin temor a hacernos una avería, o al menos ser expulsados ignominiosamente del sistema de seguros, es impensable.

 
Para nosotros, los que no salimos en los noticieros cuando cambiamos el peinado, existen, por suerte, los juegos electrónicos. De estos, casi todos son primero y antes que nada juegos en todo el sentido de la palabra, es decir que priorizan la “jugabilidad”, término acuñado justamente por este negocio, hoy más rentable que Hollywood, pero sí permiten coleccionar, y modificar, coches de ensueño.

Pero a algunos en realidad lo que nos gusta es fantasear con que la cruda realidad relatada al principio de esta nota se destruye en el universo virtual, gracias al único simulador de manejo distribuido comercialmente en Bolivia del que yo tenga conocimiento, y que tras seis muy largos años ha logrado lanzar finalmente su última versión: Gran Turismo 5, de Polyphony Digital.

Lo primero que hay que decir de GT5 es que es un título exclusivo para el PlayStation 3, así que su acceso todavía es algo restringido para quienes tenemos otras prioridades de gasto que soplarnos $US 600 en una consola. Felizmente, existen varios locales comerciales que alquilan el sistema con el juego incluido, lo cual facilita mucho las cosas.

Más de 1.000 modelos diferentes, incluyendo varios autos históricos, muchos superautos y de manera muy divertida algunos autos realmente comunes, subdivididos en más de 10.000 variantes con diferentes especificaciones y performance, están disponibles para el usuario, modelados con extrema precisión respecto a su comportamiento, limitaciones y capacidades.

A esta enorme variedad de coches se suma la capacidad de multiplicar de manera ilimitada el número de pistas que se suman a las casi 50 pistas simuladas con gran realismo, incluyendo por ejemplo la pista de pruebas de Top Gear, con todo y el Stig sentado al volante.

También existe, por supuesto, otras modalidades, que pasan desde la necesaria posibilidad de hacer mejoras a los autos (mucho menos abierto que en Need For Speed, pero en algún lado se tenían que hacer sacrificios), hasta la modalidad de sesión de fotos, que permite salir a pintear en un mundo virtual para lucir tu nuevo Fiorano o la pintura recién secada de tu R8 y mandar las fotos a tus amigos vía la red.

Hablando de la red, tal vez lo más entretenido del juego sea la posibilidad de hacer carreras en red con hasta 16 participantes.

Si hay que hacerle alguna que otra crítica al juego, quizás sea que el interfaz es engorroso y complicado, requiriendo un nivel adicional de experticia lograr comprar un auto, llevarlo al taller y ponerlo a punto para participar exitosamente del próximo desafío en red. Eso, y el hecho de que la calidad gráfica no es uniforme, algunos carros, así como algunas pistas, parecen haberse programado con menos cuidado que otros. No es que sean malos, pero les falta ese brillo adicional que hace que algunos de los más hermosos autos del juego quieran saltar de la pantalla y convertirse en reales.


Y por último, como en las cuatro versiones anteriores, la inteligencia artificial tiene el coeficiente intelectual de
un nabo. Los otros carros, cuando son controlados por la consola, siguen su línea pretrazada sin importar

que delante de ellos estés tú, estacionado de costado en media pista por un trompo sorpresivo. Definitivamente, este es un juego para jugar en línea.


En todo caso, para quienes sabemos que no tendremos jamás en el mundo real la oportunidad de romper el límite de 7 minutos en el Nürburgring en un Bugatti Veyron, esta es ciertamente una gran alternativa.

Esteban

martes, 23 de noviembre de 2010

Subcompactos económicos

Tras una reciente invitación al open-house realizado por Hansa, y debo decir, con cierta nostalgia por el viejo Volkswagen brasileño que fue mi primer coche, me picó la curiosidad sobre cómo se compara el ya no tan nuevo Volkswagen Gol – ligeramente modificado para este 2011 – en el segmento de los subcompactos.

Si bien es un segmento muy competitivo, con varias ofertas, para que este no sea un artículo de cuarenta páginas afiné mi investigación según dos criterios: Los competidores deberían tener tamaño (3,8 a 4 metros de largo, ni más ni menos), potencia (de 100 a 120 hp) y función similares al Gol.

Tres vehículos más emergieron. El primero fue el Hyundai i20, diseñado en Corea pero en realidad fabricado en Chennai, India; se suma el Chevrolet Aveo, también diseñado en Corea, pero por encargo de GM a su subsidiaria Daewoo y por tanto americano por su sede corporativa, pero ensamblado en Colombia, y finalmente el Honda Fit, diseñado en Japón y armado en Brasil. Para efectos comparativos, la mecánica interior del Gol es alemana (de hecho idéntica a la del Fox) pero el diseño y fabricación son enteramente brasileños.

Volkswagen Gol 2011

Debo decir de entrada que no entiendo el sistema de venta de Volkswagen, donde entran autos mecánicamente idénticos y con carrocerías muy parecidas a competir por el mismo mercado. En efecto, la diferencia entre el Gol brasileño y el Fox mexicano son seis centímetros de largo, tres de ancho y un par de miles de dólares extra – ¡que cuesta el más pequeño!

Hecha esta observación, hay que admitir que el diseño del Gol es algo más atrevido que su gemelo atrofiado, aunque sigue siendo tan aburrido como lo son el 95% de los últimos vehículos de la marca. Ergo, como sucedió con sus antecesores entre el legendario Gol enfriado por aire de 1980 y el más reciente modelo, abandonado el 2009 con la introducción de ésta que es su quinta reencarnación, si es aburrido por fuera, debe ser muy divertido desde el volante.

Acá aparece la segunda decepción. El maravilloso motor (creado por Audi hace ya 25 años) de 1,8 litros ya no va más. El Gol 2011, como los modelos ‘09 y ’10, viene con un motor de 1,6 litros que produce 101 caballos de fuerza y 105 libraspié de torque, que no son malos en absoluto (Volkswagen anuncia un tiempo de aceleración de 0 a 100 kph en 9,8 segundos) pero están lejos de las capacidades que tenía mi Amazon 1988.

El interior, como es de esperarse de este segmento, tiene acabados en plásticos duros y asientos de tela semisintética. Sin embargo acá aparece la agradable sorpresa de que, a pesar de pertenecer al segmento B, es un vehículo muy bien equipado: computador de a bordo, aire acondicionado (manual, no automático), aros de aleación de 15’, cierre centralizado con alarma incormporada, etc. son equipos que vienen de serie cuando son opcionales con costo extra en la competencia. Quizás esto es lo que explica el precio de $US 19.000 que pide la concesionaria.

Hyundai i20 2011

Diseñado para ubicarse entre el i10 y el i30 (realmente les falta imaginación para poner nombres a sus modelos), el Hyundai i20 en el mercado boliviano en realidad se ubicará entre el ya mencionado i10 y el subcompacto Accent, reemplazando al Getz. No obstante, su diseño va mucho más allá de este concepto.

En efecto, el i20, que se importará el 2011, se suma a la línea Dynamic Look de Hyundai. Las sensaciones de dinamismo y deportividad que dan estas líneas favorecen mucho al modelo frente a su competencia, al menos a primera vista.

Esa sensación deportiva sin embargo se pierde cuando uno se entera que sólo se ofrecerá con un motor de 1,4 litros que produce 98 hp y 101 lb-ft en un cuerpo que pesa unos 1200 kilos, es decir que cada caballo debe cargar 12 kilos de peso.


El interior del i20 así como su equipamiento hacen honor a la tendencia de Hyundai. Si bien por supuesto no vamos a encontrar cueros y maderas preciosas, los plásticos están muy bien ejecutados y terminados, y el tablero se ve más sofisticado. Lo realmente interesante sin embargo son los asientos, que pueden ser tapizados en dos tonos, haciendo juego con el color de la carrocería, lo cual le da un aspecto muy divertido. Otros extras resultan también interesantes, en particular el hecho de que el i20 llevará frenos de disco adelante y atrás (el estándar para el segmento siendo el llevar frenos de tambos en el eje trasero).
Carmax aún no ha anunciado el precio del i20, aunque estimamos que estará por los 23 mil billetes verdes, bastante por encima de su competencia latina, aunque si el diseño es el referente, parece que los vale.

Chevrolet Aveo 2011

El Aveo es probablemente uno de los vehículos más globalizados que existen. Su diseño exterior fue hecho por Daewoo en Corea del Sur, su mecánica la diseñó Open en Alemania, se fabrica en Colombia (la versión que recibimos en Bolivia) y lleva una marca norteamericana.


La relación peso-potencia conseguida gracias a su motor de 1,4 litros que produce solo 94 caballitos de fuerza y 96 libraspié de torque es prácticamente idéntica a la del Hyundai. Se anuncia mundialmente un modelo con motor de 1,6 litros y 115 hp, pero Imcruz no ha decidido aún si va a importarlo, pues solo se producirá en México.

El interior del Aveo es probablemente lo más ameno que tiene. Inspirado en la industria de las motocicletas, la iluminación trasera en azul de lso relojes le da un toque de elegancia y deportividad muy agradables, y su equipamiento de paquete, aunque no incluye aire acondicionado, sí tiene un equipo de sonido bastante sofisticado.

Honda Fit 2011

Estéticamente, el Jazz/Fit ha sido siempre polémico. A algunos, especialmente el público femenino, les gusta su aspecto de gusanito. Personalmente, aunque no me parece feo, tampoco creo que sea ningún logro del diseño… Hasta que se abren las puertas, pero eso lo veremos luego.

Como si fuera un deportivo, la forma sigue a la función. Su cuerpo largo, estrecho, abombado, casi de monovolumen, está pensado para meter la mayor cantidad de auto en la menor cantidad de carrocería. Y lo logra como ningún otro supermini. Moviendo el tanque de combustible hacia el centro del vehículo e instalando un asiento trasero de múltiples funciones (se puede acomodar de 5 maneras diferentes), la versatilidad de este vehículo hace que su propietario olvide rápidamente sus reducidas dimensiones. Junto con esa versatilidad viene un diseño no solamente espacioso, sino envolvente y moderno, con buenos acabados, quizás un poco exagerados en cuanto a vanguardismo.

De nuevo, uno se olvida rápidamente de estos pequeños defectos estéticos cuando enciende el motor y pisa el acelerador. El pequeño motor de 1,5 litros es el más fuerte del grupo comparado, produciendo 117 caballos de fuerza y 106 libraspié de torque, mucho más que su competencia, sin por ello perder su bajísimo consumo de combustible, logrado entre otros gracias a la transmisión CVT que simula cinco “velocidades”.

Más allá de lo estético, pues, el Fit es el mejor en todos los demás departamentos: más espacioso, más potente, más avanzado tecnológicamente… En realidad, su único defecto es su precio. Y no es poco defecto. Ofrecido en Nosiglia por no menos de 25.000 dólares americanos, es nomás necesario señalar que como su propaganda dice que es un segmento B con espacio interior de un segmento C, en realidad lo que a uno le cobran es el auto interior, y no el que realmente es.

En conclusión:

Con lo dicho, debo admitir, contra todo lo que hubiera intuido antes de iniciar este artículo, que la mejor relación entre diseño, calidad y precio la ofrece el Chevrolet. El Hyundai es el más lindo, el Honda es el más versátil y el más potente, el Volkswagen el que mejor se vende. En términos de costos, los cuatro tienen consumos similares, tres (salvo el i20) pagan impuestos de vehículo latinoamericano, y dos (el Gol y el Aveo) tienen enorme ventaja en cuanto a precio y accesibilidad de repuestos, gracias al respaldo de casas distribuidoras muy sólidas y con mucha experiencia en el mercado boliviano. Pero el equilibrio de todos estos factores -por muy poco- beneficia definitivamente al que, además, tiene el precio de venta más bajo.

Esteban

lunes, 15 de noviembre de 2010

RBR y Sebastien Vettel se llevan el campeonato

El domingo 14 de noviembre se hizo historia en Abu Dhabi. Fue la primera vez en los 61 años que tiene la Fórmula 1 que llegaron a la última carrera de la temporada cuatro candidatos al campeonato, fue la primera vez que el que llegó con el tercer mayor puntaje a la última carrera se hizo del campeonato de pilotos (de hecho Vettel sólo estuvo en la punta del campeonato cuando acabó, que es cuando realmente cuenta), el campeón fue el más joven de la historia, fue la primera vez que una escudería austriaca ganaba el campeonato de constructores, y al podio se subieron en primer lugar el nuevo campeón, en segundo el campeón del 2008 y en tercero el campeón del 2009.

No cabe duda alguna que el Red Bull Renault fue el mejor auto durante todo el año, con 15 pole-positions en 19 carreras, también todo un record, y que, salvo alguna excepción (estoy pensando en Corea donde jugaron otros factores), cada vez que salió en primer lugar acabó en esa misma posición, resultando por lo general inalcanzable para las demás escuderías. A pesar de que personalmente soy hincha de McLaren por razones históricas sobre todo, y que no me gustan las escuderías donde el patrocinador, en este caso la bebida energética que supuestamente da alas, es el amo y señor del equipo, es nomás necesario reconocer el gran trabajo que hizo la escudería austriaca.

Pero hay mucho más tras el del “niño maravilla”. De nuevo, mis gustos personales van por otro lado, Hamilton desde su incursión desfachatada en la categoría hace pocos años siempre me ha parecido un deportista completo, estos es, hábil y talentoso, pero además ambicioso, dedicado, caballeroso y dignísimo, mientras Vettel me parece si bien muy hábil, imprudente e irresponsable, quizás hasta inmaduro, y para mi gusto le ha debido más a lo bueno que era el auto que a su propio mérito. No obstante, cuatro victorias al hilo, de cinco poles, no son poca cosa. Así como en el fútbol lo que cuenta son los goles, en F1 lo que cuenta son los podios, y McLaren tuvo una sequía de podios en cinco de las últimas seis carreras de la temporada.

Otra temporada sorprendente fue la de Alonso, más sorprendente por el mal comienzo por una parte y por la mala actitud por otra. Si Hamilton en un caballero, Alonso es todo lo contrario: mal perdedor, quejumbroso… Hizo pocos amigos este año, y los que tenía los perdió en el mismo lapso de tiempo. Se me hace difícil creer que se trata de la misma persona que consiguió dos campeonatos con Renault, con humildad y trabajo duro, y con un auto que en ninguno de los dos años era mejor que el de sus rivales. Parece que irse a Ferrari lo ha dañado mucho. Aunque debo confesar que la idea de que por una vez saliera victorioso el villano, al contrario de todas las películas hollywoodenses, me tentó por un momento.

Dos factores adicionales, ambos atribuibles a los cambios en el reglamento, le pusieron la emoción adicional a la temporada. Primero, el sistema de puntajes, que permitía que la tabla cambiara a cada rato (este año hubieron seis líderes de la tabla, también todo un récord), también determinó fuertemente el resultado final. Con el antiguo sistema de 10 puntos en disputa, los puestos finales de Webber y Hamilton se hubieran invertido, y el campeonato de constructores hubiera tenido que esperar a la última carrera. Segundo, la prohibición de recargar combustible, además de dar señales de sumarse a la onda ecologista, provocó tiempos de parada en pits realmente de infarto, lo cual resultó en que las estrategias de las escuderías dependieran más de la puesta a punto del carro y de la habilidad del piloto que en las estrategias de paradas, aunque todavía jugaron un papel.

En fin, fue una de las mejores temporadas de F1 que haya visto, y espero que siga así el próximo año.

Como nota al margen, creo que le campeonato mundial de rally podría aprender una lección o dos de esto. ¡Qué campeonato más aburrido!

Esteban

martes, 9 de noviembre de 2010

Porsche Cayenne S 2011: Motor Trend SUV of the Year

La prestigiosa revista Motor Trend ha anunciado que la versión 2011 de su premio anual al vehículo deportivo utilitario del año se va para el lujoso Porsche Cayenne. Habiendo sido medido y comparado con otros 20 concursantes (las reglas del premio establecen que participan todos los modelos nuevos del año siguiente, por lo que no se incluyen ajustes de diseño ni actualizaciones), el Porsche fue elegido primero y antes que nada por su gran maniobrabilidad y la diversión al manejar que corresponde a un auto de la marca, así tenga el cuerpo grande y pesado característico de los VDUs.
La versión elegida, representada simplemente por la letra “S”, trae bajo el capó un poderoso motor V8, acoplado a una caja secuencial de nada más y nada menos que ocho velocidades, que genera 400 HP a 6.500 rpm y masivas 369 libraspié a 3.500 rpm.
Pero lo sorprendente no se halla aquí. Tampoco en los detalles en madera y metales pulidos, el cuero cosido a mano de los asientos o la pantalla multipropósito de 4.2 pulgadas al centro de la consola. Tampoco ha sido el despeje al suelo, el sistema de control de tracción, el recorrido de la suspensión o el consumo razonable para un vehículo de su tamaño. Todas estas amenidades estaban presentes en al menos uno de los demás concursantes.
No, lo sorprendente fue, según señala Motor Trend, su tremenda agilidad en los caminos sinuosos. Su capacidad de aguantar fuerzas laterales de hasta 0.91 G (sólo superados por los 0.95 G de la versión Turbo) sin voltearse ni sobrevirar, y de recorrer la pista en forma de ocho que usa la revista para comparar los modelos en tiempos a penas inferiores a los de un auto deportivo (24,8 segundos, comparados a los 23,7 segundos que le toma el circuito al Corvette Z06, por ejemplo). ¡Nada mal para una vagoneta de dos toneladas y pico!
Vale la pena apuntar para cerrar esta nota que el Porsche Cayenne, ya sea importando nuevo por Nosiglia o comprado a medio uso en el mercado gris ha tenido muy buena recepción en Bolivia, siendo casi el único vehículo de la marca (con dos o tres ejemplares del 924/928 de hace veinticinco años) que se usa en nuestro medio como carro de uso diario – los demás pocos ejemplares son por lo general vehículos de coleccionistas – a pesar de su precio base de 85.000 dólares.
Siendo que los hermanos, el Volkswagen Touareg y el Porsche Cayenne, y pronto también el entenado Audi Q7, están siendo introducidos como rediseño para el año 2011, creo que vale la pena preparar una comparación de los tres en una próxima emisión.
Esteban

lunes, 1 de noviembre de 2010

Avance: Dodge Charger 2011

El viejo Charger, especialmente la versión de 1969, ha sido siempre uno de mis autos favoritos. La razón, más que con cualquier otro auto de la historia del entretenimiento audiovisual, es que, excepto por el par de insoportables hillbillies que manejan uno naranja con la bandera confederada pintada en el techo, el Charger ha sido siempre el auto de los malos, de los villanos, de los antihéroes.
En su última reencarnación, aunque el Charger obtuvo un par extra de puertas, mucho de ese espíritu se mantuvo. Los gringos, que ignoran por completo el significado de la palabra sutileza, y no solo estoy hablando de diseño, lograron tras casi 30 años recuperar algo que habían perdido dramáticamente: la capacidad de crear un sedán que atrajera miradas de admiración en lugar de compasión.
Rediseñado para el 2011, el Charger hoy no es menos agresivo ni llamativo. Al contrario, aunque el buen gusto no es su fuerte, tampoco pretende ser un auto bonito. A diferencia de tantos otros legendarios musculosos americanos que terminaron siendo mediocre chatarra clasemediera durante la segunda mitad de los 70 y hasta hace no más de cinco años, el Charger tuvo la dicha de morir en 1973 y resucitar en 2005, tan fresco, malo e intimidante como siempre.
En esta nueva versión, la gran máscara delantera con esos faros ligeramente inclinados hacia abajo, así como el parabrisas más angular y la fascia trasera que parece salida de una nave espacial de una película clase B de los 60, le dan la apariencia de una fiera muy enojada. El monstruo no solo tiene aspecto enojado, también gruñe y escupe fuego: bajo el capó se ofrecerán tres motorizaciones, igual de intimidantes, incluyendo el legendario motor Hemi V8 de 6,4 litros y 500 HP. ¿Economizar combustible? ¡Mis polainas!
Las entrañas del monstruo, sin embargo, quieren ser refinadas. Los plásticos duros y materiales baratos que deslucieron la última generación se sustituirán, dice Chrysler, aunque no se han emitido aún fotos oficiales del interior, con materiales más suaves y sofisticados. La disposición del tablero, según los rumores que circulan, será también similar, aunque en versión modernizada y llena de gadgets tecnológicos, al tablero lineal de los 60.
Aún es muy pronto para decir si el modelo se exportará a América Latina, ni cuál será su precio. Su lanzamiento oficial en Estados Unidos se hará a fines de este año, para enviarlo inmediatamente después a las concesionarias norteamericanas.
Esteban

Chitika