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miércoles, 20 de julio de 2011

SSC Tuatara: el nuevo Überauto

Son más que un superauto. Combaten en la arena de los más de 400 kilómetros por hora. Y cuestan más del millón de dólares – bastante más. El actual récord de velocidad de un vehículo de producción en serie (si se le puede llamar “en serie” a un total de 300 vehículos a nivel mundial) lo detenta por el momento el Bugatti Veyron SuperSport, con 431 kilómetros por hora, seguido por el SSC Ultima Aero con 412 kph. El récord
anterior lo tenía el Bugatti Veyron (versión de serie) con 408 kph. Todo esto no parece tener mucho sentido si no existe la posibilidad real de manejar a semejantes velocidades en ninguna carretera o autopista del mundo, y se explica más bien por la lógica muy chauvinista de mostrar el poder de adquisición (el mío es más grande que el tuyo), o porque quien puede pagar un auto de mucho más del millón de dólares también lo puede llevar a donde quiera en el mundo, incluyendo pistas de prueba o de carreras donde sí es posible – muy peligroso pero posible – superar los 400 kilómetros por hora.

El próximo paso en esta frenética competencia de quién logra la mayor velocidad máxima parece ser que lo va a volver a dar (luego de haberlo dado en 2007 justamente con el Ultima Aero) la legendaria firma
norteamericana Shelby Super Cars (SSC), aparentemente no relacionada con la creadora entre otros del histórico Shelby Cobra. En esta ocasión, Shelby se basa en su propio Ultima Aero, detentador del segundo puesto del podio, pero lo prepara para llegar a la locura de potencia de 1,345 caballos de fuerza. El SSC Tuatara, si lo logra, será con eso el auto de producción más potente y rápido de la historia, y es probable que no sea más caro que el Veyron (como si a esos estrafalarios precios eso importara).

El Tuatara aún está lejos de ser producido, pero Shelby va soltando poco a poco la información acerca de sus metas. Estima la fábrica de Jerod Shelby que podrá alcanzar los 442 kilómetros por hora, acelerar de cero a 100 kph en a penas algo más de dos segundos (¡pobres costillas!) y completar el Nürburgring en menos de siete minutos, todo con un simple V8 biturbo de 7 litros de cilindrada. El peso de esta increíble máquina se mantendrá alrededor de los 1.200 kilogramos, lo que da una relación de peso/potencia estimada de menos de un kilo por caballo (ochocientos noventa gramos por HP, para ser más exactos).

Por supuesto la pregunta del millón es si Bugatti acepta el nuevo desafío. Es una pregunta muy complicada, pues es difícil justificar el precio del überauto francés siendo solo el segundo más rápido del mundo. Aunque la competencia es ridícula, por lo señalado arriba, la verdad es que es muy divertida. Probablemente nunca en mi vida pueda ver en persona ninguno de estos autos, pero no quita que es el tipo de ingeniería y diseño que hace soñar como niño en lo que podría ser.

Esteban

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