Si la temporada comenzó muy emocionante y prometía ser como la del año pasado, muy rápidamente el dominio absoluto del campeón Sebastián Vettel se hizo este año evidente. Con 15 poles, 11 victorias y 17 podios en 19 carreras, Vettel rompe nuevos récords al ser el bicampeón más joven de la historia de la Fórmula 1, el conductor que ha sumado la mayor cantidad de puntos en una sola temporada (ayuda el nuevo sistema de puntaje y el hecho de que hayan habido 19 carreras), la mayor cantidad de pole position en una temporada, y el piloto más joven en conquistar un Gran Chelem (pole, victoria, vuelta más rápida y primera posición en cada vuelta). Si todo esto debiera ser emocionante, en realidad lo que sucedió es que se hizo monótono – casi tanto como en la era de Michael Schumacher.
Si bien me confieso parcial – he sido hincha de McLaren desde los tiempos del inmortal Ayrton Senna – resultó desesperante en esta temporada cómo el chico maravilla parecía invencible. De hecho, de las veces que no ganó, al menos cuatro son atribuibles a errores de su equipo, a la sazón también campeón de
constructores por segundo año consecutivo. En toda la temporada, o al menos esa impresión tengo, Vettel sólo cometió dos errores que le costaron la victoria. El primero fue en Canadá, que viendo que Jenson Button le pisaba los talones, tuvo un despiste sobre el final de la carrera que le costó la primera posición, acabando segundo. Y el segundo fue en la largada de Abu Dhabi, su primer DNF en 20 carreras. Y aunque cuando se equivoca, se equivoca en grande, Sebastián Vettel promete ser uno de los más grandes de la historia de la máxima categoría.
Mucho ayuda manejar un carro diseñado por Adrian Newey, el genio detrás del Red Bull Racing RB7, vehículo que ha permitido al equipo un total de 27 podios, 650 puntos, el primer y tercer lugar del campeonato de pilotos y por supuesto el bicampeonato de constructores, con solo dos abandonos, uno cada piloto, en toda la temporada. Como para no ser olvidado en la gloria de su compañero de equipo, la última carrera la ganó Mark Webber, el “otro” piloto de Red Bull.
Otros eventos pusieron la salsa sobre el asado: Force India se consolidó en el grupo de los constructores “medianos”, superando a Sauber y colocando a su piloto Adrián Sutil en el noveno lugar del campeonato. Inversamente, Williams –ex campeón del mundo – a penas logró cinco puntos en el campeonato de constructores, con una temporada para olvidar. Ojalá el retorno del motor Renault a Williams los regrese a las glorias pasadas.
Los pilotos latinoamericanos tuvieron esta temporada una actuación honrosa, pero ninguna maravilla. El mejor rendimiento lo dio por supuesto Felipe Massa, que en el sexto lugar aporta con 112 puntos para Scudería Ferrari, y el peor fue del venezolano Pastor Maldonado, de Williams justamente, al que le regaló solamente un punto en toda la temporada. En los puestos 16, 17 y 18 se ubicaron el resto de los latinoamericanos, con el mexicano Sergio Pérez, que promete mucho, en primer lugar, y los brasileños Barichello y Bruno Senna con 4 y 2 puntos respectivamente. En justicia, valga aclarar que Senna solo corrió las últimas 8 carreras.
Para el próximo año habrán pocos cambios tanto en la grilla como en las reglas. Ojalá entonces que los equipos hagan un esfuerzo extra para ser más competitivos.
Esteban