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lunes, 19 de marzo de 2012

A fondo: Nuevo BMW 328i (F30)

La noticia anunciada en la página web de Andar Motors de que estaban ya ofreciendo el totalmente nuevo BMW serie 3, y en particular el remotorizado 328i, me provocó un entusiasmo que ni el ingrato clima paceño pudo aguar. Aunque dejar de lado el mundialmente famoso motor seis en línea de 3,0 litros que hizo las delicias de los conductores de su antecesor, las cifras publicadas por BMW sobre el nuevo turbo de 2,0 litros casi hacen olvidar que se trata de un simple motor de cuatro cilindros en línea. Dado que el 328i da cuenta de tres cuartas partes de las ventas del serie 3 a nivel mundial, la de la marca bávara es una apuesta muy arriesgada. Pero como ocurre a veces en el mundo de las apuestas, un gran riesgo implica una gran ganancia. Y parece ser este el caso del 328i.

 Exterior
De alguna extraña manera BMW logra disimular el hecho de que el nuevo 328i (código F30) es más largo, más ancho y tiene una nueva fascia delantera, en comparación con el modelo anterior (E90), quedando claro que para un novato será imposible notar realmente la diferencia desde fuera. Pero adviértase que esta es una tendencia entre los constructores teutones, suelen ser muy discretos en sus cambios exteriores y concentrase mucho más en la ingeniería y la tecnología tras la buena apariencia.
No obstante, la punta delantera no es para todos los gustos. Algunas de las revistas especializadas lo encuentras exagerado y demasiado llamativo, quizás demasiado cercano a los nada discretos roadster de la marca. Es cierto que los “riñones” de la toma de aire se acentúan y la línea de proyección de los faroles delanteros que llega a tocar precisamente las tomas de aire le dan un aire más malcriado que su antecesor, pero hay que admitir también que BMW está apuntando con este modelo a un público más joven y más dinámico.
Al otro extremo del nuevo sedán más bien se encuentran claves de diseño directamente inspiradas de los hermanos mayores de las series 5 y 7, incluyendo la forma de sus stops y la línea del techo, ligeramente rastrillada. BMW ofrece tres opciones de acabado exterior. La opción Sport Line incluye listones negros en los “riñones” delanteros y en el guarnecido exterior, mientras que la opción Luxury Line incluye acentos cromados a lo largo de la carrocería del serie 3. La tercera opción, Modern Line, sustituye estos detalles por acentos de aluminio pulido que BMW llama “vanguardistas”.
La distancia entre ejes del F30 es cinco centímetros mayor que la de su antecesor, mejorando la habitabilidad del asiento trasero pero también el ya legendario aplomo del 328i. Aún así, las dimensiones todavía corresponden a la categoría de compacto ejecutivo que ha tenido desde hace ya quizás veinte años.

 Interior
Si los cambios exteriores del serie 3 han sido menores, los interiores han sido bastante radicales. Díganle 
adiós a la doble visera de los instrumentos, pues el nuevo 328i tiene un tablero mucho más limpio y abierto, dominado por una pantalla LCD de 6,5” mucho menos engorrosa, que uno quisiera adoptar y llevar consigo como un iPad. Lástima que no se pueda. Quedaría tal vez como sugerencia para el próximo modelo.
El catálogo describe casi en la mitad de sus masivas 50 páginas la enorme cantidad de opciones de personalización que puede elegir el cliente para personalizar el interior. Una de ellas, precisamente, permite integrar tu iPad, o cualquier otro dispositivo móvil, mediante el sistema ConnectedDrive. Con esa opción se agrega el dispositivo HUD (me rindo, no hay traducción posible de Heads-Up Display) a todo color. Se incluyen otros equipamientos opcionales excepcionales, como el Control de crucero activo con función
Stop&Go, el indicador del límite de velocidad con información sobre la prohibición de adelantamiento y numerosas e innovadoras funciones del paquete de seguridad Active Protection. Y por si esto fuero poco, el nuevo interfaz del sistema permite conectarse con Facebook y Twitter, lee en voz alta los mensajes recibidos 
e incluso se puede preprogramar algunas respuestas para estas redes sociales. Felizmente, no permite jugar Farmville mientras manejas.

 Motor
Como ya hemos señalado, la mayor novedad del 328i es el motor turboaspirado de 2,0 litros que lo impulsa. Las cifras son impresionantes: 241 caballos de fuerza, 345 N·m de torque a solo 1250 rpm, aceleración de 0 a 100 kph en solo 5,9 segundos, que bajan a 5,7 con la transmisión manual, una relación peso-potencia de 6,3 kilogramos por caballo. Y todo esto en un paquete que logra un consumo promedio de 12,1 kilómetros por litro.
BMW llama su motor TwinPower Turbo, no por ser un biturbo, sino por un novedoso sistema de inducción de aire de doble bobina llamado VANOS, que se combina con el sistema de válvulas de tiempo variable y una inyección directa de alta precisión. El resultado es un sano batacazo de 10 bhp y 80 N·m de torque extras, en comparación con el E90 equipado con un motor de 6 en línea de 3.0 litros.
El seis en línea de BMW ha sido siempre un fantástico motor, debido a su capacidad –o mejor dicho, deseo- de revolucionar hasta la Luna. Exprímele el jugo y cantará hasta la línea roja, y seguirá hasta llegar al limitador no tener otra opción que levantar el pie. El nuevo N20 cuatro cilindros no hacer eso. De hecho, ocurre que más o menos la aceleración queda plana alrededor de los 6000 rpm, sin realmente ganar ni perder el poder 
sobre el resto de la subida a su línea roja de 7000 rpm. Para un purista, esta es una herejía.
Salvo que no es así. Este comportamiento no arruina al 328i. De hecho, el nuevo compacto ejecutivo es un tiro para conducir en cualquier entorno, no solo en conducción deportiva. Si crees que dejar fuera dos cilindros ha neutralizado el 3, considera los números. En las pruebas realizadas por las revistas especializadas, la transmisión automática de ocho velocidades bufó hasta los 100 kph en solo 5.6 segundos, recorriendo el cuarto de milla en 14,2 segundos a 156 kph. BMW afirma que el 328i es en realidad más rápido que el M3 de la versión E36 M3, que por los estándares de hoy resulta lento con sus 6 segundos planos. Es más, el 328i realmente tira mejores números de aceleración lateral 
en las curvas que el M3 E36 con .90 G versus .89 G respectivamente. Si así es el nuevo compacto ejecutivo, cómo será la versión M a ser lanzada el próximo año. 

 En resumen
La mala noticia del nuevo BMW 328i es su precio. Si bien nuestra estimación nos dio un precio razonable para un vehículo de su categoría y deportividad, bastante por debajo de los 60 mil dólares, el mandar a instalar un mínimo de equipamiento dispara el precio tremendamente. El modelo que Andar Motors anuncia ofrecerá en nuestro mercado es arranca con un precio de 75.000 billetes verdes, casi 20 mil más que el precio base proyectado.  Sin embargo, por ese precio no es poco lo que se obtiene. El nuevo serie 3 seguirá siendo en el futuro previsible la meta a superar para todos los demás sedanes ejecutivos del mercado, que es uno de los más competitivos a nivel mundial. En Bolivia, esta competencia se reduce a los otros dos teutones, el Mercedes Benz clase C y el Audi A4 (aunque comienzo a pensar que ahora será el A5 de cuatro puertas su mayor competidor, por el incremento de tamaño del Bimmer), el primero en un rango de precios superior y con menor potencia, y el segundo ligeramente más barato. Andar Motors anuncia que el 328i ya está a la venta, y el primer ejemplar llegará a su show room de la calle 8 de Obrajes para la presentación oficial hasta antes del mes de abril.

Esteban


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