Hace poco fueron anunciados los precios para Estados Unidos (de los cuales deducimos los precios para Bolivia) del totalmente nuevo Subaru Impreza y su derivado de tipo mini SUV (como los Fiat Idea Adventure y Volkswagen CrossFox que revisamos hace poco) denominado XV (y en algunos mercados Impreza Outback), con lo cual se completa la información necesaria para hacer un reportaje serio sobre este nuevo lanzamiento de la marca de las seis estrellas, que llegará a nuestro mercado esperamos a fines del presente año.
Subaru uniforma el motor del nuevo Impreza en todos sus mercados, ofreciendo un bóxer 2,0 de cuatro cilindros, común en los mercados latino, europeo y asiático, pero eliminando el 2,5 del mercado norteamericano. Las variantes del Impreza son solamente el sedán de cuatro puertas y el hatchback de 5 puertas, pues el antes conocido como Impreza Outback se convierte en un modelo separado denominado XV. También se ofrecerán en el futuro próximo los modelos WRX/WRX STi deportivos, considerados modelos independientes desde hace ya uno años.
El aspecto exterior del nuevo Impreza es, por decir lo menos, polémico. SI bien el sedán tiene un aspecto un poco más característico de este que fue desde hace ya más de 15 años el modelo de mayor venta de FHI, la variante de cinco puertas no se parece a nada de lo que haya hecho Subaru en las pasadas dos décadas. Al contrario, la crítica, que no ha sido poca, lo encuentra demasiado parecido a modelos coreanos como el KIA Sorento. Quizás esto no es, sin embargo, demasiado malo. Después de todo, en Corea está hoy la vanguardia en diseño automotor.
Sus dimensiones lo confirman como subcompacto, sin que haya una diferencia sustancial respecto al modelo anterior en términos de dimensiones exteriores. No obstante, la distancia entre ejes crece en buenos 5 centímetros, lo cual permite un espacio interior más cómodo.
El mayor espacio interior no es el único cambio perceptible desde adentro. Los materiales con los que se realiza el acabado, especialmente del panel superior del tablero, han mejorado sustancialmente, dejando de lado los plásticos duros que eran prácticamente la única crítica seria que tenía el modelo anterior. A eso se
agrega una cantidad importante de gádjets tecnológicos, incluyendo navegación GPS en una pantalla táctil , selector del modo de conducción más adecuado, aire acondicionado totalmente automatizado, y sistema de entretenimiento totalmente compatible con su iPod o cualquier dispositivo móvil.
Por supuesto, como se debe en un Subaru, lo mejor es imperceptible a los ojos. Bajo el capó yace, como ya lo señalamos, el fabuloso 2,0 horizontalmente opuesto, que produce 148 caballos de fuerza y 145 libras-pie de torque, dejando la relación peso potencia en 8,5 kilogramos por HP, esto es, entre los mejores de su segmento. Un simple cálculo mental permite deducir entonces que el STi cuando salga tendrá una relación peso potencia de menos de 5 kilos por caballo, con el motor 2,5 turbo de 305 caballos de fuerza del modelo actual.
Si bien no se han proyectado aún las cifras de desempeño, se puede también conjeturar respecto a estos temas. Con la caja de velocidades manual de cinco marchas, el Impreza debería estar en el orden de los 7 a
7,5 segundos para ir e cero a cien kph, mientras que el CVT debería reducir ese tiempo en medio segundo aproximadamente. De nuevo, entre los mejores de su clase.
A través de esta transmisión se conecta la fuerza del motor a las cuatro ruedas, usando un diferencial viscoso que distribuye la fuerza en partes iguales, en el caso del manual, o bien un distribuidor electrónico para el caso del CVT. En caso que una o dos ruedas quedaran encalladas, el sistema permite redistribuir hasta 100% del torque a las llantas que quedan libres.
No obstante es un 4x4 con todas las de la ley, el Impreza es muy económico en su consumo de combustible, especialmente cuando se equipa con la transmisión de variabilidad continua. Su consumo en ciudad es de 10,6 kpl (11,4 para el CVT) y en carretera se dispara a 14,4 kpl (con CVT 15,2 kpl). Esta eficiencia, si bien lejana a los vehículos híbridos y diesel que hay por ahí, puede compensar en parte el precio base estimado de $US 32.000, que en la VX puede llegar, con todo el equipamiento opcional, a superar los 45.000 dólares. No es quizás una ganga, pero Subaru nunca lo fue, y dado el balance entre calidad, eficiencia, desempeño y versatilidad, parece ser un precio muy competitivo.
Esteban
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