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lunes, 10 de octubre de 2011

VDUs basados en camionetas: Mitsubishi Montero Sport 2011 (a.k.a. Nativa), Nissan Pathfinder 2011 y Toyota 4Runner 2011

En un mundo dominado por los monocascos, existen todavía unos pocos vehículos con la tradicional estructura de chassis sobre bastidor, hechos para el trabajo duro y el maltrato en caminos no preparados. Este mundo hoy le pertenece a los Vehículos Deportivos Utilitarios basados en camionetas medianas. 

A inicios de los años 80 Toyota, comprobando que muchos de sus compradores habían modificado la cabina trasera de su camioneta Hilux con un techo removible, y ante al existencia de un nicho interesante de los VDU medianos que requerían una respuesta rápida y sin mucha inversión en su desarrollo, lanzó la camioneta cubierta 4Runner (Hilux Surf en su país de origen). Sin advertirlo, había creado un nuevo segmento, que combinara las capacidades y resistencia de una camioneta Pick-up 4x4 con la versatilidad de un Vehículo Deportivo Utilitario. Al poco tiempo, respondieron varias marcas japonesas con sus propias modificaciones a sus Pick-up medianas. De ellas, las más exitosas, además de la pionera 4Runner, emergieron la Nissan Pathfinder, que compartiera la plataforma de su Pick-up luego llamada Frontier (Navarra en Latinoamérica) y la Mitsubishi Montero Sport, también conocida como Nativa, Challenger o Pajero Sport, dependiendo del país, basada en la plataforma de su exitosa camioneta L200. Hoy solamente la Mitsubishi comparte la plataforma de la camioneta que la inspira, mientras la Nissan tiene más bien un lenguaje de diseño similar entre la Navarra y la Pathfinder y la 4Runner se ha alejado definitivamente del aspecto exterior y la arquitectura de la Hilux, aunque las tres siguen gozando de gran popularidad.

Mitsubishi Montero Sport

La Montero Sport es, por lo arriba explicado, muy similar, tanto en diseño, arquitectura y motorización a la actual L200 Tritón. Esto la hace una vagoneta de aspecto rudo, con muy buen despeje al suelo, ángulo de ataque y de salida, y relativamente más pequeña que su competencia.

Su interior sin embargo contradice su aspecto exterior rudo, y acoge a sus ocupantes con muy buen nivel de equipamiento, comodidad y lujo, aunque la tecnología aplicada ya resulta ligeramente desfasada frente a la competencia. Esto explica en parte el precio inferior al de su competencia, sin llegar a ser un defecto propiamente.

También puede explicar la diferencia de precio, anunciado en $US 47.800 por la importadora, el motor V6 de “solo” 3.500 cc, esto es, medio litro de desplazamiento menos que sus rivales, que de cualquier manera produce muy respetables 183 caballos de fuerza. Dado su peso inferior a las dos toneladas, la relación peso potencia es de decentes 10,6 kilogramos por caballo, nada extraordinario pero le permitirá llegar a tiempo a donde vaya.

Nissan Pathfinder

Quizás el más cotizado de los tres, el Pathfinder aprovecha muy bien su pinta ruda y elegante a la vez, su frontis idéntico al de la camioneta Navarra (que no llega a nuestro mercado por desgracia) y su perfil cuadrado, además de la ingente cantidad de cromados.

Al interior el Pathfinder es muy típicamente Nissan: muy bien equipado, pero con muchos falsos lujos (paneles pintados de colores metálicos para simular injertos de aluminio, por ejemplo). No obstante, sus dimensiones interiores, conseguidas justamente gracias a sus formas casi cúbicas, lo hacen el más versátil de los tres ahora comparados, con gran espacio de carga ampliable con varias configuraciones posibles para los asientos.

Impulsa el Pathfinder un maravilloso, aunque costoso en cuanto a consumo de combustible, motor de 4,0 litros de desplazamiento que produce 265 caballos de fuerza y un enorme torque de 385 N·m, con lo cual se compensa su menor ángulo de ataque con una mayor capacidad de remolque y de ascenso. Su relación peso potencia es muy similar al del 4Runner, pero su forma menos aerodinámica lo hace esforzarse un poco más en la aceleración, de ahí el mayor consumo de combustible. Tal vez por eso cuesta 1,300 dólares menos que este.

Toyota 4Runner

Debo decir de inicio que personalmente no me gusta el diseño exterior del 4Runner. Remodelado completamente el 2009, el 4Runner da un aspecto exageradamente rudo, casi de camión, dejando de lado cualquier atisbo de gracia, sutileza o elegancia. Su mensaje parece ser que no se trata de un auto familiar como correspondería al segmento, sino una máquina personal devoradora de caminos. En fin, cuestión de gustos.

El interior es, sin duda, el mejor equipado de esta comparación. El equipamiento de la ‘Runner es una tal sopa de letras por la enorme cantidad de siglas que es imposible acordarse todo lo que tiene. Entre otras cosas, también es el que lleva la mayor cantidad e bolsas de aire y otros sistemas de seguridad pasiva, mejor sistema de sonido, aire acondicionado bizona…

Bajo el capó el Toyota lleva el motor más potente en términos de caballaje, 271 HP, con un torque muy similar al del Nissan. Esto le da, junto con su cuerpo más ancho y plano, mejor aceleración gracias a su relación peso potencia de apenas 7,7 kilos por caballo. El motor además consume menos que el del Nissan a pesar de ser del mismo desplazamiento de 4,0 litros, logrando aceptables 8,3 kpl en promedio.

En conclusión

Estéticamente, me parece que el más atractivo es el Pathfinder seguido de cerca por el Mitsubishi – el 4Runner me parece simplemente demasiado agresivo para los fines que se supone que cumpla. Segundo, aunque tener 270 caballos a disposición del pie derecho es muy tentador, implica cifras de consumo que pueden ser poco razonables para la mayoría de las personas. Finalmente, la barrera psicológica de los 50 mil dólares pesa mucho. Finalmente, por cuatro mil dólares menos, uno puede obtener buen aspecto, excelentes capacidades off-road, buenos niveles de lujo (no simulados, además, las incrustaciones de madera son reales), en un paquete competente pero económico. Al Mitsu le falta quizás actualizarse un poco, y eso podría ir en detrimento suyo si no logran mantener el rango de precios, pero por el momento parece ser la mejor combinación de lujo, capacidad, versatilidad y precio de entre la competencia. A veces lo viejo es mejor dejarlo así.

Esteban


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