Es extraño pensar que el
RAV4 nació como un deliciosamente atípico todoterreno urbano de tres puertas.
Es aún más extraño recordarlo al ver que la última encarnación –ya en su cuarta
generación– del RAV4, que ha sido develada esta semana en el autoshow de Los
Ángeles, no resulta ser atípica, en absoluto. Es decepcionantemente ortodoxa.
Felizmente, hay buenas
noticias. La excelente marcha del RAV4 siempre ha sido su característica más
notable, y Toyota se ha concentrado en hacerla aún mejor. El monocasco se ha
hecho aún más rígido, la suspensión delantera y trasera se ha afinado, se ha reconstruido
la dirección eléctrica, hasta ahora tal vez demasiado ligera, y se ha incluido
un nuevo sistema de manejo dinámico (DDS por sus siglas en inglés) que incluye
un modo deportivo.
Para decirlo de manera
simple, el DDS balancea la información del sistema de doble tracción (esto es,
si se pide 4x4, pues todavía habrá una versión 2x4 disponible), el control de
estabilidad y la dirección eléctrica para ajustar el rendimiento, enviar más
potencia al eje trasero, avivar el acelerador y permitir que el motor gire a
más revoluciones. El sistema monitorea y modifica continuamente la
transferencia de torsión hacia el eje trasero o delantero, gracias a un acople
controlado por electromagnetismo que se ha montado frente al diferencial
trasero. Con este sistema, la distribución de fuerza puede variar de 100:0
(toda la potencia al eje delantero) hasta 50:50 (la potencia se distribuye
exactamente igual adelante y atrás), manteniéndose con un comportamiento de
tracción delantera neta en condiciones normales de manejo.
Para respaldar la imagen
de todoterreno que da el gran despeje al suelo, se puede pedir como
equipamiento opcional la asistencia para descensos y el asistente para arranque
en pendiente (ambos son estándar en versiones con caja automática). Este último
automáticamente selecciona la velocidad correcta del motor, la transferencia y
el frenado individual de cada rueda –con ayuda el ABS– para impedir que el auto
patine o resbale al partir en subida, a diferencia de sistemas más simples que
solamente mantienen apretado el freno mientras el conductor siga pisando el
embrague. También se incluye un botón de bloqueo electrónico de diferencial
para manejo fuera del camino, que bloquea la distribución de par torsional en
50:50 a velocidades de hasta 40 kph.
A pesar de todas estas
bondades, el diseño exterior del Nuevo RAV4 es, bueno, bastante gris. Para
acostumbrarnos a su relativamente madura edad, la carrocería es 20,5 cm más
larga, 3 cm más ancha y 2,5 centímetros más baja que la de su antecesor. Pero
el tema no se detiene en las dimensiones: el totalmente nuevo diseño exterior
también tiene el atuendo de otros modelos de la marca, tal como la fascia
delantera con la toma de aire trapezoidal en el parachoques delantero
acompañado de una parrilla superior pequeña que cruza todo el frente entre los
faros. Al menos usa LEDs en las luces de posición, como dicta la moda actual.
A mayor tamaño mayor
espacio interior. Junto con el tamaño de su batalla, la distancia entre ejes ha
crecido 10 cm, permitiendo que el espacio para las rodillas en el asiento
trasero crezca a su vez unos cuatro centímetros. Algo para mantenerse al borde
del asiento. Literalmente.
En cuanto a la
motorización, el modelo se lanza con un motor naftero de 2,0 litros y 151
caballos de fuerza – respetable – y dos nuevos motores a diesel que no veremos
por estas latitudes pero que seguramente tendrán un mercado en otros países de
la región, a saber un 2,0 litros de 124 HP y un poderoso 2,2 litros de 150 HP
(a no olvidar que 150 HP en un motor diesel equivale a unos 220 HP en un motor
a gasolina, por el mayor torque). En los tres motores, Toyota ha logrado ser
consecuente con su filosofía de bajísimo consumo, reduciendo las emisiones de
CO2 en 12%. El diesel de 2,0 litros solo emite 127 g/km.
En resumen, mucha
innovación en cuanto a la mecánica, habilidades y consumo, pero hubiésemos
preferido que esta innovación se monte en una carrocería un poco más divertida,
como por ejemplo… el RAV4 original.
Esteban
No hay comentarios.:
Publicar un comentario