lunes, 25 de febrero de 2013
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Probado: Ford EcoSport 2013
Nuestro
amigo Ignacio Monje, Gerente Regional de Christian Automotors, tuvo la
amabilidad de aceptar nuestro requerimiento de hacer un test-drive de la
totalmente nueva Ford EcoSport 2013, que se ofrece en versiones SE, Freestyle y
Titanium, todas con motor 1,6 litros de 116 HP y tracción delantera. La versión
4x4 con motor de 2,0 litros llegará a nuestro mercado el próximo invierno.
Exterior
Lo primero
que impacta de la nueva EcoSport, ya lo habíamos dicho antes, es su futurista
aspecto exterior, totalmente centrado en el “Kinetic Design” que Ford quiere
llevar a toda su gama a nivel global. La línea de hombros es muy alta, y las
curvas y esquinas abundan tanto por dentro como por fuera. Una enorme parrilla
ubicada debajo de la línea de los faros delanteros le da un aspecto único, que
combina muy bien con los guardabarros salientes. Los aros de acero de 15’’ del
modelo básico no se ven pequeños, aunque los aros de aleación de 16’’ de los
modelos intermedio y tope de gama son por supuesto
más llamativos. Sin embargo,
el diseño precede, y por mucho, a la función, haciendo del EcoSport un auto
pequeño por dentro, tanto que Ford Brasil debe recurrir a colgar la rueda de
auxilio del portón trasero, algo que no agrada a muchos, tanto por lo poco
práctico de esta solución como por el peligro latente de que sea robada.
Interior
Hay que
considerar, antes que nada, que este VDU compacto está destinado a un segmento
de entrada, con precios muy razonables ($23.900 para el SE, $24.900 para el
Freestyle y $26.500 para el Titanium), por lo cual no es posible exigir que el
acabado del tablero sea de otro material que no sea el plástico duro. No
obstante, la forma fluída y dinámica como se forma este tablero compensa el
desagradable materia, y existen insertos de tela acolchada en la parte interior
de las puertas que le dan un toque de distinción muy bienvenido, aunque el
dueño habrá de tener el cuidado de no ensuciarlos. Los instrumentos están
ubicados de manera compacta pero visible, y la única crítica que tendríamos a
los controles de la
consola central sería el muy pequeño botón de las balizas o
luz de parqueo. El asiento del conductor es razonablemente cómodo, pero los
asientos traseros no se recomiendan para personas muy altas o muy anchas a no ser en trayectos muy cortos. Después de todo, el EcoSport se construye sobre la
plataforma del popular city-car Fiesta, así que no está pensado para grandes
aventuras familiares, sino más bien para un público joven y dinámico.
Manejo
El Ford
EcoSport se siente sólido y bien construido, cosa que no siempre ocurre en
vehículos de este segmento. Los acabados, si bien no son lujosos, no tienen
ruidos extraños y la insonorización es muy razonable, lo cual ayuda al buen
sistema de sonido de fábrica con entrada Bluetooth, puerto USB y controles al
volante a hacer su trabajo. El modelo de base tiene solo cuatro altoparlantes,
mientras los modelos más caros tienen seis. El viaje es cómodo para un auto de
su tamaño y peso, y no sentimos rebotes ni pérdidas de aplomo aún en caminos
bastante
accidentados. Para costar alrededor de veinticinco mil dólares, el
EcoSport parece ser bastante tolerante al abuso. En nuestra prueba de arranque
en acenso sobre empedrado, vital para un auto que vaya a circular en La Paz, la
tracción delantera patinó un par de segundos, pero el diferencial rápidamente
compensó el patinado y le dio el agarre suficiente para superar el obstáculo, sin
demasiada queja. El auto se siente seguro de sí mismo en las curvas, pero debe
anotarse que el cortísimo recorrido de los pedales provoca que el auto reaccione
abruptamente en maniobras bruscas. No ayuda mucho el relativamente alto centro
de gravedad. Estos problemas, sin embargo, solo son notables en condiciones de
manejo extremas, como las pruebas a las que sometimos al pequeño VDU, y son
completamente irrelevantes en la conducción cotidiana. La gran ventaja del
EcoSport, sin embargo, es lo divertido que es manejarlo. Es un auto sumamente
sencillo y predecible en sus reacciones, muy orgánico en el feedback, sin que
por ello se vuelva incómodo o trabajoso, y sobre todo, su motor es un típico
cuatro cilindros de 1,6 litros: Para realmente gozarlo, hay que revolucionarlo
hasta que salgan pistones
disparados por el capó y recién realizar el cambio. A
pesar del abuso, el motor no se queja ni gruñe, sino que se siente sólido y
dispuesto, con niveles de ruido muy aceptables. En realidad, el único ruido
molesto puede ser el de los neumáticos Pirelli Scorpion, que agregan agarre en
malos terrenos pero son duros y ruidosos en asfalto ya desde los 50 kilómetros
por hora.
El peso
liviano del vehículo no tiene consecuencias negativas en la estabilidad, y en
cambio ayuda mucho a la economía de combustible (la computadora de a bordo nos
dio un promedio de 15 kpl, muy encomiable) y a obtener distancias de frenado
muy cortas. Este es, en definitiva, un vehículo muy recomendable para un
público joven, diríamos incluso para un primer auto, tanto por su diseño, como
por su conducción y su seguridad. No es demasiado versátil, sin embargo, lo
cual limita su atractivo para personas más maduras o para familias con hijos ya
no tan pequeños.
Dada la
poca diferencia en el precio, recomendamos, en todo caso, que si opta por el
EcoSport busque los modelos más equipados, porque, luego de la diversión, la
segunda ventaja de este auto es su gran relación precio-calidad, especialmente
en el modelo tope de gama, que a penas implica una diferencia de 10% en el
precio final respecto al modelo SE.
Esteban
lunes, 18 de febrero de 2013
El Jaguar se convierte en lince ártico
Si uno observa el mayor mercado
mundial de Jaguar, esto es, el sur de California, no parece tener sentido la
creación de un Jag de tracción integral. Pero si uno conoce sus planes de
expansión hacia el explosivamente creciente mercado asiático, el resurgimiento
del mercado de Nueva Inglaterra o el hecho de que el norte de Europa no parece
estar tan afectado por la crisis que afecta a los países del Mediterráneo, la
decisión corporativa de Jaguar parece tener
mucho más lógica. Jaguar necesita
ofrecer una opción para todo clima, y tanto el XF como el buque insignia XJ la
obtienen por “sólo” $3.000 o $3.500 adicionales, respectivamente. La nueva
tracción integral se integra exclusivamente a la nueva motorización V6
supercargada de 3,0 litros que genera 340 HP de potencia.
Aunque ni el XF de acero
ni el XJ de aluminio fueron diseñados originalmente para este sistema, que
emula el xDrive de BMW, un árbol de transmisión corto instalado en un leve
ángulo hacia la izquierda de la caja de transferencia, por detrás de la
transmisión automática de ocho velocidades, conectando un diferencial abierto
al costado del cárter permite la instalación del sistema sin necesitar
modificaciones importantes en la carrocería. El semieje de la rueda derecha
atraviesa el cárter para mantener bajo el bloque y no afectar el centro de
gravedad. Este equipo agrega solo 75 kilogramos y permite en determinadas
circunstancias desviar hasta la mitad de la potencia hacia el eje delantero.
Jaguar ha afinado el
sistema, incluidas tres posiciones de control de estabilidad seleccionables por
el conductor, de manera que de preferencia al eje trasero, cosa que rara vez más
de 30% del torque pase al eje delantero. Probado en los bosques nevados de
Quebec por la prensa especializada, el XF AWD de $53.875 y el XJ AWD de $
77.575, ahora equipados con amortiguadores ligeramente más suaves, proveen un
confort correcto para este segmento sin afectar la famosa maniobrabilidad y la
excitación que provoca el coleteo provocado por el poderoso motor V6. La
computadora de la tracción integral se mantiene un paso más adelante del
conductor, prediciendo sus movimientos y compensando el balanceo, activando
imperceptiblemente el eje delantero cuando se requiere para mantener el curso.
Para las pruebas que
auspició Jaguar, la empresa hizo algo de trampa, equipando las ruedas con neumáticos
Pirelli Sottozero para nieve, en lugar de los Continental que
lleva de serie.
Pero con esa adición, el XF y el XJ se convirtieron en linces árticos que
clavan sus garras tenazmente en la nieve. Los Pirellis estarán disponibles en las mismas concesionarias
Jaguar, anuncia la marca.
Si bien Jaguar no tiene
representación en Bolivia, al ser una marca de lujo sus vehículos están
disponibles en el mundo entero por Internet, que permite además un alto grado
de personalización, por lo que no es imposible imaginar que algún afortunado
millonario podría mandarse a traer uno de estos – hemos visto un XF por las
calles paceñas hace poco. Y dado el éxito de los autos de lujo BMW equipados
con xDrive y los Mercedes-Benz con 4Matic, no extrañaría que la elección fuera
por el sistema AWD.
Esteban
lunes, 11 de febrero de 2013
¡Espiado! Land Rover Range Rover Sport 2014
La totalmente nueva cuarta generación del Rage Rover hizo
muy recientemente su debut en París como modelo 2013, y hoy podemos confirmar
el lanzamiento en el show de Frankfurt a fin de año de otro lanzamiento de un
modelo totalmente nuevo de la afamada marca británica.
Se trata del Range Rover Sport, el cual, a diferencia del
actual modelo, estará mucho más relacionado al Range Rover “normal”, pero
mantendrá su propio estilo distintivo.
Habiéndose dispuesto su lanzamiento como modelo 2014, el
Range Rover Spotr adoptará seguramente las líneas agresivas del más joven
hermano de la marca, el Range Rover Evoque, con un techo declinado hacia atrás
y faros delantero estrechos, como entreabiertos.
Las últimas fotos espía que circulan por la red han
permitido distinguir mejor el frente delantero del RR Sport, aunque el
camuflaje aún dificulta mucho el distinguir la forma que tendrá el modelo final
de producción. En el cuarto trasero, el camuflaje es aún más espeso. Algunas fotos
más antiguas mostraban al prototipo disfrazado de manera que se parezca a un
Volvo, pero debajo de todo el camuflaje has señales que indican un diseño más
esbelto y atractivo que el recto modelo actual.
The
platform will be shared with the latest 2013 Range Rover; it is a lightweight,
rivet-bonded aluminum design based on a modified version of the platform
underpinning the Jaguar XJ. By combining this with some advanced composite
materials, Land Rover engineers are likely to have reduced the vehicle's weight
dramatically. In the Range Rover, there have been savings of more than 700
pounds on some variants.
La plataforma que utilizará es la misma del Range Rover
2013, un ligero diseño en aluminio remachado basado en una versión modificada
de la del Jaguar XJ. Al combinar esta plataforma con algunos materiales
compuestos de avanzada, los ingenieros de Land Rover habrán reducido
drásticamente el peso del VDU de lujo. Recuérdese que en el Range Rover se
lograron reducciones de peso de hasta 350 kilogramos en algunas versiones.
Según las Fuentes de EOC, la motorización actual del Range
Rover Sport debería continuar equipando el nuevo modelo, pero con
modificaciones importantes para hacerla más amigable con el medio ambiente. Una
posibilidad es que la actual transmisión opcional de ocho velocidades, ofrecida
en algunos mercados, se vuelva de serie, en lugar de la caja de seis
velocidades que es estándar actualmente.
En la versión HSE debería montarse un V8 de cinco litros,
que produce 375 caballos de fuerza y 508 Nm de torsión, mientras que el tope de
gana supercargado montaría una versión
potenciada del mismo V8 con enormes 510 HP y 625 Nm de torque. En otros mercados se ofrecería una opción V6 a
Diesel y posiblemente llegue al nuestro un V6 supercargado a gasolina.
El interior presentará un look y una sensación mucho más
refinados, con todo y paquetes con acabados de fibra de carbón como opción al
tradicional acabado en madera. Un gran display en la consola central, un
conjunto de instrumentos digitales y un sistema de sonido Harmann-Kardon
opcional también deberían estar presentes.
Mantenga la sintonía para conocer noticias del desarrollo
del modelo de producción, su presentación oficial en Frankfort y su llegada a
la distribuidora (sólo en Santa Cruz, salvo que Luxor decida expandir sus
operaciones en Bolivia en el transcurso del año) posiblemente tan pronto como
antes de fin del año en curso. Entre tanto, disfrute el video de un prototipo
espiado en el Nürburgring.
Esteban
lunes, 4 de febrero de 2013
Comparación sedanes familiares: Nissan Altima 2013 Vs. Honda Accord 2013
NISSAN ALTIMA 2013
¿Qué es, finalmente,
Nissan? Parece no poder decidir si es el dojo donde se entrenan los samurái de
la velocidad que creó el GT-R, el equipo de rescate de osos polares detrás de
la creación del Leaf, o si es Team Versa, cuya meta en la vida es noquear a los
coreanos, chinos y rumanos fuera del mercado de los ultra-económicos. De
similar grado, el nuevo Altima sufre de esquizofrenia por la confusión de
aspiraciones y prioridades que su equipo de diseño ha considerado.
Sólo mire el aspecto exterior
para obtener la primera muestra de esta turbulencia. Es un diseño fluído,
orgánico, definitivamente emergente de la exótica colección de bestias marinas
de Infiniti, pero con un bulboso resultado final que clama a gritos “recorte de
presupuesto”. Alguna revista poco caritativa incluso publicó que el nuevo
Altima parecía un Toyota Camry luego de un ataque de abejas.
De igual manera, la
aereada cabina permite al conductor deslizarse tras un volante grueso y mirar
un tablero limpio y bien acabado, con insertos bien pintados en metal, y hasta
ahí todo va bien. Sólo, no mire a los costados, donde todo el plástico duro y
monótono se apila. Ni mire a la tapa del tablero, coronado por una mazmorra de
plástico rígido. O incluso al tapiz de los asientos, que definitivamente dan
una sensación de sala de espera, con su tela tipo pelaje de ratón. Cierto, el
Honda también tiene asientos de tela, pero tiene una cualidad simplemente más
rica.
Los samurái encargados
del GT-R construyeron el tren motor del V6, con tiempos de aceleración rozando
los del Honda, con 7,6 segundos en el pique de cero a cien kilómetros por hora,
y con el cuarto de milla recorrido en 16 segundos exactos. Pero los ahorradores
de Versa Ltda. insistieron que el motor QR25 de 2,4 litros se mantenga en la
alineación, más como mula de carga que como semental. El cuatro cilindros suena
incómodo e infeliz a las altas revoluciones que su transmisión CVT le exige
mantener en todo momento y situación. El equipo de tarea del Leaf, finalmente,
afinó el CVT para que corra a la relación más alta, desde la cual prefiere no
moverse. En su favor, el Altima logró el mejor consumo de combustible incluso
en situaciones de alta temperatura ambiente y mucho tráfico.
Entre las virtudes del
Altima está su dirección directa y el profundo surco en el esfuerzo que
amplifica la sensación de estar con las ruedas alineadas al frente. Sin duda,
los muchachos GT-R también dieron al Altima su “Control Activo de Subviraje”,
un software que frena levemente la rueda delanterna interna durante un giro
brusco para aumentar la guiñada. Y se lo
siente esforzarse por mantener la dirección del auto en algunas situaciones.
Claro que funcionaría mucho mejor si los chicos del equipo Leaf no le hubieran
calzado neumáticos de baja fricción que pierden el agarre fácilmente y con un
chillido de película “B”.
Ignoramos si fue el
contingente del GT-R o del Leaf el que hizo al Altima tan ligero, o quizás
fueron los muchachos de Versa los que extrajeron todo el peso de la estructura.
Como fuera, el Altima mejora mucho en rendimiento, maniobrabilidad y frenado,
pero también se sacude y bambolea mucho más que el Accord. A no deseperar.
Nissan intentó honestamente construir el sedán más familiar más rápido, más
económico, más maniobrable, más frugal y de apariencia más lujosa, todo al mismo
tiempo. En algunos aspectos lo logra, pero la suma de todos los factores crea
un todo que carece de cualidades extraordinarias que vayan más allá de
solamente tener la puerta del maletero más amplia del segmento – y no el
maletero más amplio.
HONDA ACCORD 2013
Habiendo llegado a puntos
muy bajos en su historia reciente, habíamos llegado a dudar de Honda. Pero la
marca de la gran H ha vuelto. El nuevo Accord es un recordatorio convincente de
los valores intrínsecos de la compañía y, considerando que Honda ha atravesado hasta
un terremoto que aplastó su centro de diseño e investigación en Tochigi, y que
su producción se paralizó en Tailandia debido a las inundaciones, resulta ser
también un retorno triunfante.
Una vez más, Honda da una
cátedra de empaquetado. A diferencia de su sobredimensionado antecesor, esta
que es la novena generación se encoge en longitud total, pero la cabina
mantiene sus dimensiones anteriores casi idénticas. El Accord sigue sintiéndose
tan espacioso como antes, con dos cómodos y holgados asientos adelante y con
una banqueta que permite que sus tres ocupantes adultos puedan cruzar las
piernas si así lo desean.
El Accord también se conduce como si se
hubiera construido con el Pesolivianio tradicional de Honda. De hecho, si bien
no es el más ligero del segmento, su conducción, frenado y suspensión trabajan
en tal armonía sincrónica de tal manera que se siente como si lo fuera. Es
cierto, ya no lleva brazos de control bajo el guardabarros delantero, sino
resortes tipo McPherson, pero ¿y qué? También los tiene el Porsche Cayman. El
Accord simplamante se desliza en las curvas, sin quejas de los neumáticos y sin
dar la impresión de estar esforzándose demasiado.
Al cuatro cilindros de
2,4 litros la gusta subir las revoluciones, y tiene la mayor potencia entre los
autos comparados, aunque no por mucho. La transmisión CVT está afinada de tal
forma que el Accord casi flota. Honda logró minimizar el típico retraso de la
banda, y el acelerador responde prontamente al pedido del pie derecho, así sea
con un leve gemido audible a altas revoluciones (punto a favor del Altima: el
motor se queja, pero el CVT es el más silencioso que hayamos conocido). Tanto
en caminos retorcidos como en calles urbanas la transmisión responde
linealmente y uno llega a olvidarse por completo del uso de las levas de
control manual. Por supuesto, siempre preferiremos una caja manual de seis
velocidades, pero al fin hallamos un CVT con el que podemos coexistir.
El tablero de mando está
hecho claramente con la plantilla de Honda, con enormes marcadores y muchos,
muchos botones. Ante la ausencia del sistema de navegación ofrecido en otros
mercados y su correspondiente marejada de controles, el Accord cuenta con una
caja portaobjetos bastante profunda, tapada con una portezuela bastante torpe
de plástico. A no preocuparse, Honda ha aprendido las lecciones del muy decepcionante
Civic y esa portezuela barata es, en realidad, el único punto negativo de un
interior muy mejorado y mejor insonorizado.
Con su techo casi plano y
su marco altamente conservador, el Accord sigue siendo, sin disculpas, un sedán
familiar mediano. Podrá uno quejarse de su falta de chispa, pero no de su
carencia de practicidad. Las puertas se abren amplias, con umbrales estrechos y
la línea de hombro es baja, creando así grandes portales de vidrio, por lo que,
si la gente no nota a los ocupantes del Accord por ser demasiado discreto, al
menos los ocupantes podrán ver bien a la gente que está fuera.
EN CONCLUSIÓN
¿Es realmente necesaria
una conclusión? La buena noticia, en el fondo, es esta: Honda vuelve a ser
Honda.
Esteban
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