No todos los divorcios son negativos, el menos no en el
mundo del diseño de automóviles. La separación relativamente reciente de las marcas Ford y Mazda ha provocado en ambos la necesidad de sustituir la
vagoneta Escape/Tribute por nuevos crossovers compactos desarrollados por separado.
Por un lado, Ford ha mantenido el nombre Escape para su crossover compacto,
pero lo ha rediseñado por completo. Por el otro, Mazda sustituyó el Tribute por
un totalmente nuevo crossover compacto denominado CX-5, que se inserta bajo el
exitoso CX-7 en la alineación de la marca japonesa.
Ford Escape 2013
Si bien el Escape no será el crossover más chico de Ford en
Latinoamérica – ese honor le corresponde al brasileño EcoSport – en el mercado
global ese es el rol que le corresponde, en la función que asumió en Europa el
Kuga. En ese entendido, el nuevo Escape se parece más en términos de diseño
exterior al pequeño Focus, del que extrae además del diseño la plataforma de
base, utilizando el más reciente lenguaje de diseño de la marca del óvalo azul,
denominado “Ecos”. Llama la atención la elevada línea de la cintura y los faros
posicionados por encima de los guardafangos, lo mismo que los conjuntos de
luces traseras, mientras que bajo la línea del parachoques hay una amplia toma
de aire dividida en tres vanos
que le da un aire deportivo muy interesante. Se
agradece mucho el uso discreto de los cromados y la línea de cuña invertida en
el cuarto trasero, que da la sensación de tratarse de un cupé deportivo.
El interior es compacto y bien logrado, aunque sus insertos
de falso metal en el volante no nos engañan ni por un momento. La interfaz del
sistema de infoentretenimiento es de lo más llamativo que tiene el nuevo
crossover, pero decepciona saber que la mayor parte de sus funciones es
opcional, es decir, viene con un costo extra y es probable que no llegue la
versión más equipada a nuestro mercado. Un detalle interesante son las ventilas
de la calefacción, subdivididas en tres partes para asegurar la mejor
distribución posible de aire en el habitáculo.
Probablemente lo más interesante del nuevo Escape es su
motorización. Si bien se ofrecerá también con motores más convencionales de
cuatro cilindros en línea aspirados naturalmente de 2.0 y 2.5 litros , la opción
más interesante será sin duda el pequeño EcoBoost de 1,6 litros
turboalimentados, que producen impresionantes 178 caballos de fuerza y nada
menos que 249 N·m de torque, que le permiten una relación peso-potencia de 9,3 kg por caballo. No será
ningún Koenigsegg, pero la aceleración de cero a 100 kilómetros por
hora en 8,2 segundos es más que respetable, sobre todo para su categoría.
Con un precio base estimado para Bolivia de unos USD 44.200,
el Escape no es barato, sobre todo si se
compara con el Kia Sportage. Por
desgracia, algo similar podremos decir del Mazda. Tal vez no sea la peor idea
importar solamente las versiones más equipadas, que cuestan más pero son más
competitivas por su gran nivel de equipamiento. ¿O estará Ford pensando en
construir un modelo dedicado para Sudamérica en Argentina o Brasil? No es
imposible.
Mazda CX-5 2013
En la otra esquina del cuadrilátero encontramos a la nueva
creación de la ahora independiente Mazda. Basado ampliamente en la plataforma
del icónico MX-5 Miata, el crossover compacto fue presentado como concepto con
el nombre de Minagi hace a penas algo
más de un año en Ginebra – momento en el
que, modestia aparte, ya anunciamos su muy probable comercialización bajo elnombre CX-5.
Con su enorme parrilla frontal, que convierte la risueña
sonrisa al estilo Gato de Cheshire del Mazda3 en un hexágono que domina por
completo la fascia delantera, el CX-5 se ve más agresivo y deportivo de lo que
realmente es. El Mazda también sigue la tendencia de faros y stops altos, por
encima de la línea imaginaria que se puede trazar desde el tope de los
guardabarros. Si bien usa una cuña invertida en la línea del techo, esta es
mucho menos pronunciada que la del Ford, compensándose más bien con un pilar
“D” ancho y en flecha.
El interior del CX-5 es bastante más conservador y modesto
que el del Ford, aunque hay que admitir que los insertos de plástico con pintura
metálica son bastante más convincentes que los del Escape, tal vez precisamente
por ser menos pretenciosos. El tablero de mando es muy completo e incluye una
computadora de a bordo simple pero muy legible y fácil de operar, pero el
infoentretenimiento tiene su propio espacio, que, de nuevo, lo hace opcional y
sujeto al pago de suplementos importantes.
Al igual que el interior del nuevo crossover compacto de
Mazda, la motorización es bastante conservadora. El CX-5 se ofrecerá con un
solo motor, el 2.0 de cuatro cilindros naturalmente aspirado extraído del
Mazda3, aunque con algunas modificaciones en el
mapeo de los múltiples de
admisión y de escape gracias al mayor espacio bajo el capó, que le permiten
respirar mejor y emitir una ligeramente mejor potencia que su hermano sedán,
con 155 caballos de fuerza y 203 N·m de torsión, bastante menos que su
contraparte. Con ese motor no logra acelerar de cero a 100 kph en menos de 9
segundos debido a su relación peso-potencia de 10 kg por caballo. Con esta
disposición, su economía de combustible es casi idéntica a la del Ford,
promediando 11,9
kilómetros por litro versus los 11,8 del Escape.
En conclusión
Si estos dos fueran los únicos crossovers compactos del
mercado, me inclinaría por el Ford, que aunque sea 2000 dólares más caro que el
Mazda, tiene mayor potencia, velocidad y tecnología. Estéticamente, ambos son
atractivos, aunque me inclino de nuevo ligeramente a favor del Ford, un poco
más osado e innovador que su contraparte japonesa. Reitero, si fueran los dos
únicos crossovers compactos del mercado. Por desgracia para ambos, en el
segmento existen mucha competencia. Las opciones coreanas (Kia Sportage,
Hyundai Tucson), japonesas (Toyota Rav4, Subaru Forester) o incluso
franco-coreano-rumanas (Renault Koleos) son mucho más baratas, con diferencias
en algunos casos de más de 10.000 dólares. Por el valor comercial de cualquiera
de estos dos se puede optar por un Nissan X-Trail totalmente equipado. E
incluso, por el mismo dinero, se puede adquirir el maravilloso Volkswagen
Tiguan.
Esteban
gracias por tu reseña, estoy en busca de un suv y estos dos son mis favoritos, esteticamente me gusta mas mazda, pero no me da corazonada su motor limitado, espero tomar la mejor decisión!
ResponderBorrarSaludos!
Buenas tardes Esteban: deberías de incluir un ranking de desempeño en las categorías que mencionas, para tener mayor referencia e inclinación entre gustos y/o personalizaciones de los vehiculos. Un comparativo de los vehiculos en las versiones vs versiones. A mi juicio es mas interesante la seguridad, el precio, el ahorro de gasolina, espacio y el manejo. Estos últimos, refuerzo, a mi juicio los cumple la Mazda CX5, he leído muchos reviews en los cuales mencionan que Ford Escape es poco favorable en la reeventa y que termina siendo una "sonaja" ambulante si no adquieres la mejor versión. Dicha versión es extremamente costosa vs el costo de la mejor versión de Mazda... gustos a gustos eh
ResponderBorrarMuy agradecido por el comentario, lo tomaré en cuenta para los futuros artículos de este blog! Un saludo desde Bolivia!
ResponderBorrarEsteban , el motor de la CX5 no es el mismo del Mazda 3 de antigua generacion. La planta motriz es total mente nueva , con tecnologia Skyactiv ( que no la mencionas en tu comparativa ) que le permite tener un menor consumo que cualquier SUV del mercado manteniendo una potencia considerable para su 2.0lts ( 155 HP ). Actualmente ya se tiene el 2.5lts que tiene 190HP.
ResponderBorrarmuy buen comentario con bastante autoridad gracias
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